Flor de piel.
Al día siguiente del dichoso baile, Jimin se encontraba en su recámara a oscuras, se sobaba los arañazos que recibieron sus brazos por saltarse la barda con Taehyung. Sonrió recordando la hazaña, sólo con Taehyung era capaz de atreverse a tanta locura, afortunadamente.
Su amigo había presenciado el acoso de Yeji, esperaba que él supiera enfrentarlo, pero al verlo huir al baño de varones, le pidió a Jungwon que les avisara a sus padres que él lo llevaría a su casa y que por favor no le preguntaran nada. Y así había sucedido, sus padres respetaron el dolor aún latente de su hijo, él se sentía enojado consigo mismo por no ser capaz de enfrentarse con Jungkook y seguir su camino, hubiera querido refugiarse en cualquier otro país lejos de Seúl, en Francia o en Inglaterra, lejos de ahí, muy lejos de Jeon Jungkook.
Se acercaban las vacaciones decembrinas, el ambiente festivo se sentía en cada rincón incluso en el ambiente solemne de la Universidad de Seúl, el rector tenía a todo el alumnado en el auditorio dando las últimas indicaciones antes de las vacaciones.
—Jóvenes, espero que aprovechen estos próximos días de descanso para estar con la familia, pero tampoco olviden el motivo por lo cual ustedes están aquí —se dirigía a ellos como a un pelotón del ejército—. Nunca olviden que en esta carrera, ya son economistas, y deben de estar al día con las noticias más importantes que se den en la bolsa de valores y en el movimiento político, mantengan frescos los conocimientos que aquí han adquiridos y si pueden póngalos en práctica, esto es todo por el momento, jóvenes.
Terminado su discurso, los alumnos salieron del auditorio hacia sus aulas, Minhyun alcanzó a Jungkook y no perdió la oportunidad de fastidiarle el día.
—Hola primo, ¿qué tal te la pasaste la otra noche? Te vi rodeado de bellas mujeres, ahora sí tienes de dónde escoger, espero que no te conformes con el bibliotecario, no te conviene ese tipo de persona de baja categoría.
—¿Qué diablos sabes tú de mi relación con el "bibliotecario"? —le dijo muy molesto parándose de pronto y tomándolo por la chaqueta—. ¡No te permito que te expreses así de ninguna de las personas con las que trato!
—Calma primito, sólo era un comentario, tú puedes andar con quien se te dé la gana, así como lo hace Jimin, que le ha dado por ir del brazo de sus empleados —soltó la última frase lenta e incisivamente.
—¿De qué hablas? —preguntó sin soltarlo de la ropa.
—¿Qué no lo sabías? El hijo del contador de su padre lo anda enamorando, y creo que el pobre ya lo aceptó, claro, después de que lo dejaste plantado. ¿Qué más podría hacer? No le queda de otra, por lo menos su fortuna la manejará alguien que sabe de contabilidad —a Jungkook le cayeron como piedra esas palabras y estuvo a punto de golpearlo cuando Minhyun alcanzó a ver a alguien de reojo—. Míralo, ahí viene y para tu mala suerte, es un asesor de la Universidad —le dijo jaloneándose para soltarse del agarre de Jungkook y poner pies en polvorosa.
Minho vio la escena y saludó muy cortante.
—Buenas tardes señor Jeon, no creo que este sea el lugar para iniciar una pelea de "jovencitos".
—No creo que sea de su incumbencia lo que haga o deje de ser, señor Lee —fue la contestación un tanto agresiva.
—Lo es —el joven respondió sin inmutarse por la agresividad de Jungkook—. Le debo respeto a esta Universidad y lo menos que puedo hacer es velar por el orden entre sus paredes —por un momento Jungkook tuvo una especie de déjá vu, recordaba cierta rivalidad con otro hombre, otra escuela, ¿otro chico?—. Será mejor que arregle sus asuntos personales afuera de aquí, señor Jeon.
—Lo tendré en cuenta, señor Lee, buenas tardes —Jungkook dio media vuelta y se retiró apretando los puños en un afán de contener su enfado y no golpear también a ese idiota de Lee Minho.
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Era el día de descanso de Taehyung, y se encontraba en su departamento atendiendo a su invitado.
—¿No crees que estarías mejor en la casa de los Jeon? Deberías de aprovechar las comodidades que te ofrece Jungwon, desde la muerte de tus padres hace tres años, él ha sido como un hermano para ti.
—Jungwon se ha hecho cargo de mí, fue tan generoso al invitarme a vivir con los Jeon después de que quedé solo, me dio una nueva familia —le dijo sirviéndole una humeante taza de té—. Pero no lo creo, mi independencia es muy importante para mí, osea quiero mucho a Jungwon y le debo mucho más, él sabe que cuenta conmigo para lo que sea, apoyarlo moralmente y en su relación con Seungmin, pero también sabe que soy un espíritu libre y así quiero seguir.
—Eso es lo que más admiro de ti, Taehyung, si en este momento, la familia Jeon se quedara en la ruina, porque Jungwon te puso en la herencia o te quieran quitar la herencia que tus padres te dejaron... —enfatizó entre las risas de los dos amigos—. A ti no te afectaría en nada, económicamente hablando, tienes una carrera que te mantiene sin lujos, pero cómodamente y aún, si no fueras doctor, tú encontrarías la manera de sobrevivir sin pedirle nada a nadie, como lo hiciste cuando por Yeji te cerraron las puertas de todos los hospitales.
—Bueno, Jim... —Taehyung ladeó su cabeza recordando ese pasaje difícil por el que pasó—. Siempre he luchado por seguir adelante, actuando correctamente, pero en muchas ocasiones estuve a punto de rendirme, de renunciar a todo, afortunadamente me he encontrado con amigos que me han apoyado para no claudicar; como lo fue el doctor Jaehyun en aquella ocasión.
—Sí, me acuerdo de la historia que me contaste sobre ello y eso es otra de las cosas que te admiro, la facilidad con que haces amigos que te apoyan y te quieren desinteresadamente.
—"Si siembras amor, cosechas amor", es una frase muy trillada pero muy cierta.
—"Y si siembras vientos, cosecharas tempestades" —los dos jóvenes se quedaron mirando.
—¿Pensaste en los Jeon? —y se botaron de la risa.
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Jungkook llegó apresurado a la oficina de su hermano Jungwon, casi se escondió en ella.
—¿Qué sucede Jungkook, de quién vienes huyendo? —dijo Jungwon preocupado.
—¡De las Jung, las Kang, las Choi! ¿Acaso todas las mujeres se han vuelto locas? —Jungwon lanzó una carcajada ante el azoro de su hermanito.
—¿De qué te quejas? Cualquier hombre estaría envidiando tu suerte de tener a todas las chicas solteras de Seúl tras de ti.
—Dirás tras la fortuna de los Jeon.
—No te demerites, Jungkook, tú también tienes lo tuyo, ¿no lo crees?
—Con tanta cazafortunas, es difícil saber quién está realmente interesada por mí y no por el dinero, además, ¿qué no se dan cuenta que soy gay?
—Al parecer no les importa que seas gay, pero por ahí me comentaron que existe un chico lindo, sencillo e inteligente que te ha llamado la atención y creo que tú tienes la capacidad para discernir entre el interés monetario del amoroso.
—Seguramente fue Yeji o Minhyun los que trajeron el chisme, y antes de que empieces a inventarte lo que no es, te lo quiero aclarar —empezó a hablar paseando de un lado a otro de la oficina—. Han Jisung es el bibliotecario de la Universidad, hemos entablado una bonita amistad y hasta ahí queda todo el asunto.
—Está bien Jungkook, no tienes por qué darme cuentas.
—Sólo te lo aclaro a ti, porque ya estoy harto de los dimes y diretes de ese par de buenos para nada de mis primos, porque tu opinión es la única que cuenta para mí.
—Te agradezco tu sentir, pero como te dije, a mí no tienes que darme explicación alguna, solo quiero que seas feliz, si ese chico no es el indicado, quizá aparezca otro.
—La verdad, Jungwon... —dijo parando su andar por la oficina—. Desde hace mucho tiempo dejé de sentir esas inquietudes que tenemos los hombres cuando estamos enamorados, tú sabes a qué me refiero, ¿verdad Won? —Jungkook se ruborizó un poco, apenado por el tema.
—Continua —dijo Jungwon tratando de darle confianza.
—La cosa es que después de que se terminó mi interés por Taehyung, solo me ha quedado un vacío muy adentro de mí, a pesar de ser gay, miro a las mujeres y a los hombres que me coquetean y no siento nada, es más, te confieso que el otro día, me atreví a pararme frente a la casa de la señora Bae —apenado miró a Jungwon que lo miraba fraternalmente—. Pero sus "hijos" solo me provocaron nauseas, realmente no sé que me pasa —concluyó melancólico.
—Disculpa mi pregunta, ¿cómo es ese chico, Jisung? No físicamente, me refiero en su trato.
—Es un chico tímido, tranquilo...
—Muy parecido a Jimin, ¿verdad?
—¡Por supuesto que no! Jisung tiene ideas propias y sueños que realizar y Jimin...
—¿Por qué te enojas? Con solo decirme que son diferentes lo hubiera entendido. ¿Quedaste resentido con Jimin?
—Claro que no, no tiene sentido lo que me dices —Jungkook se quedó de una pieza, pero Jungwon pudo ver en sus ojos una gran inquietud que lo estaba consumiendo por dentro.
—Tal vez, es un reclamo callado de lo que esperabas de Jimin y que él nunca te lo dio, ni tú fuiste capaz de pedírselo. Cuando te dije que conocieras nuevas personas, no fue para que suplieras a Jimin.
—Yo lo sé Jungwon, solo...
—Déjame terminar, no solo Jimin quedó con el corazón roto, tú también quedaste lastimado y tienes los sentimientos a flor de piel. Sufrirás igual que él, hasta que sepan curar sus heridas.
—¿Y cómo diablos se hace eso? —lo miró tratando de encontrar una respuesta que calmara su fuego interno.
—El tiempo lo cura todo.
—Espero que tengas razón, hermano, espero que lo tengas.
✧✦✧
Jimin estaba a punto de terminar su visita a Taehyung.
—¿Dónde piensas pasar las fiestas de diciembre este año? Sabes que estás invitado a mi casa.
—Gracias, pero no creo que a tu mamá le agrade mucho la idea, gracias a tu banquete para los niños de la clínica del doctor Jaehyun.
—Lo siento Tae, no quise afectarte.
—No te preocupes, pasaré navidad y el año nuevo con Jungwon, la abuela Misook y Jungkook.
—Te extrañaré, amigo.
—Lo lamento, Jimin... este año no estarás con Jungkook, ¿verdad?
—Así es, será mi primera navidad y año nuevo que no estaré con él desde que nos conocimos —dijo con melancolía.
—Para mí también son días tristes.
—La separación del señor Chan y la muerte de tus padres.
—Así es, aunque el cariño de los Jeon me alegra la navidad, siempre se me hace un nudo en el estómago al recordarlo y la amistad de Jungwon, Jungkook y tú me reconfortaban en año nuevo, la época de cuando conocí a Chan.
—Ahora será un trago amargo para mí, con tan solo la compañía de mis padres.
—¿Y qué me dices de tu nuevo amigo? Podrías invitarlo.
—De hecho, mi padre ya le extendió la invitación a su padre, a su prima y la madre de su prima.
—¡Uy! Tendrás casa llena.
—Mucha gente no compensa lo vacío del corazón... cómo me gustaría irme muy lejos de aquí, para no sentirlo tan cerca y a la vez tan lejano a mí.
Los dos amigos se abrazaron, tratando de consolarse mutuamente.
Finalmente se despidieron, Jimin le avisó a Momo que se encontraba en la otra habitación, que se marchaban a casa, porque sí, la madre de Jimin lo había dejado salir con la condición de que fuera acompañado de alguien, aun no confiaba en el corazón roto de su hijo y no quería que cometiera alguna locura.
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La nochebuena llevaba a los oídos de Jungkook, sus sonidos característicos, las risas de niños, buenos deseos que se deseaban las personas, sonar de campanas y cascabeles, el coro de la iglesia entonando villancicos, siempre era algo que confortaba el espíritu, pero también lo ponía melancólico, su querido hermano Junghyung ya no estaba con él, un año más que no compartían vivencias ni ocurrencias, hasta las ridículas peleas las extrañaba.
Era una época difícil de digerir, se suponía que todo debería de ser alegría y gozo, pero sin las personas queridas nada era igual, y este año era peor, ahora ya no estaba Jimin, ahora ya no estaba su amigo, el que lo arropaba con su cariño y le transmitía un calorcillo en el corazón, cuando su mano le acariciaba su mejilla y lo miraba dulcemente.
—¡Maldita sea! Extraño a Jimin. ¡No debería de suceder esto! ¡No debo de desear que esté conmigo! Si yo no tengo nada que darle.
Nunca se había sentido tan triste la mansión de los Jeon, como en aquella navidad, en la mesa se encontraban la abuela Misook, Jungwon y Jungkook, su plática era breve y muy trivial.
—Aunque somos pocos, quisiera que hiciéramos el brindis tradicional —sentenció la integrante más longeva.
—¿Y por qué brindaremos, abuela Misook? —la voz de Jungkook sonó llena de amargura—. ¿Por qué cada día nos estamos quedando más solos?
—Jungkook... —Jungwon trató de controlarlo—. Creo que has tomado demasiado vino.
—¿Y qué, yo no le intereso a nadie?
—Nos interesas a nosotros, Jungkook —contestó la abuela Misook, ante la actitud desconocida de Jungkook—. Eres muy importante en esta familia, tú serás el sucesor de Jungwon y...
—¿Sólo por eso soy importante? ¿Por qué me convertiré en "el perro guardián" de la familia? ¿Lo que sienta o no, no tiene valor?
—Creo que te estás pasando, hermanito.
—¡Jungkook, demuestra tu educación!
—¡Pues no me interesa la educación, no me interesa "el bienestar de la familia"! —Jungkook se paró abruptamente y los demás lo imitaron—. ¡Sólo quiero que me dejen en paz! —Jungkook dejó el comedor con una abuela Misook en crisis nerviosa y con Jungwon verdaderamente preocupado por su hermano.
✧✦✧
Jimin miró su imagen por última vez en el espejo de cuerpo completo que se encontraba en su cuarto. Siempre procuraba verse impecable y cuidaba hasta el último detalle de su arreglo personal, todo para complacer a Jungkook, y ahora que él no estaba con ella, no veía el caso para hacerlo, suspiró profundamente y se dirigió a la planta baja para recibir a sus invitados, "Será una larga noche".
Escuchó la risa inconfundible de su papá y el hablar suave de su mamá, más al irse acercando a la sala donde se encontraban todos reunidos, se quedó congelado, el color abandonó su rostro.
El que estaba con Jungkook en el café rústico, él en medio de la sala de mi casa, ¿qué significa esto?
El señor Park se acercó a su hijo ajeno al torbellino en que se encontraba.
—¡Jimin, cariño! Déjame presentarte a estas encantadoras personas, bueno... tú ya conoces a mi amigo Jaebum y a su hijo Minho —Jimin hizo una reverencia como correspondía—. Y ella es Rosé, la viuda del hermano de Jaebum y su hijo Jisung —Jimin le tendió la mano al chico, pero cuando tuvo que dársela al menor, su entereza estuvo a punto de desplomarse.
—Gusto en conocerlos —logró decir antes de quedarse callado por varias horas.
Solo el buen humor de su papá y el señor Jaebum que protagonizaron la charla con sus anécdotas, pudieron hacer casi imperceptible el ausentismo de Jimin, sólo Minho lo notó, y en el momento en que pasaron al comedor aprovechó para hablar por un momento a solas con el menor.
—¿Te encuentras bien, Jimin?
—Perfectamente —fue la respuesta seca del muchacho.
—Pues no lo parece.
—Figuraciones tuyas, ¿pasamos al comedor?
—¿Acaso te incomoda la amistad que tu ex prometido tiene con Jisung? —Jimin volteó a verlo sorprendidísimo y antes de que pudiera articular palabra, Minho le aclaró el asunto—. Mi padre me contó con discreción sobre el prometido que tenías y las malas lenguas me lo terminaron por señalar, supe de su amistad con Jisung un día que lo fue a dejar a su casa —a Jimin se le congeló el corazón.
—¿Por qué no me lo habías mencionado antes?
—¿Quieres que te sea sincero? —su voz sonaba molesta—. No me gusta ese tipo, ni para Jisung, ni para ti, quisiera que te olvidaras de él de una buena vez.
—¿Por qué dices eso? Tú no lo conoces.
Minho tomó sus manos entre las suyas.
—Alguien que se atreve a lastimar a un corazón como el tuyo, no merece el sufrimiento que estás pasando por él —se lo dijo en un tono que se denotaba más allá de lo amistoso. Jimin no pudo evitar estremecerse, al sentir su mirada tratando de penetrar su alma.
La señora Park entró en ese momento a la sala.
—Jimin, ¿sucede algo? Los estamos esperando en el comedor.
—No... no pasa nada mamá —Jimin se soltó de las manos del muchacho—. Minho me preguntaba si sabía tocar cierta pieza en el piano, vamos al comedor.
Terminando la cena, los Park y sus invitados pasaron nuevamente a la sala. Minho pidió la palabra.
—Si me permite el señor Park, me gustaría empezar entregando mis obsequios.
—Por favor, Minho, no sea tan formal, adelante, estás en tu casa —Minho entregó primeramente sus obsequios a los señores Park, después a su padre y a su tía, y al final a Jisung y Jimin.
—Mira Jim —decía la señora Park emocionada como niña—. Que hermosa camisa.
—De verdad es hermosa, Minho, tienes buen gusto.
—Debo admitir que yo no lo escogí, Jisung me ayudó.
—Eso habla de una buena educación —dijo la señora Park y Jimin se sintió incómodo ante el elogio de su madre hacia un extraño—. Pero Jimin, ¿por qué no has abierto tu obsequio? No es correcto no hacerlo —y encima lo regañaba.
Jimin miró el gran sobre que tenía en su regazo y se preguntó por qué no lo había abierto, abrió el enorme sobre y sacó unos papeles, Jimin abrió los ojos como platos al comprobar de qué se trataba.
—¡El retrato de Dorian Grey de Oscar Wilde! —expresó llena de alegría—. ¡Pensé que se habían agotado las ediciones! ¿Cómo lo conseguiste?
—Nuevamente admito que no lo hice yo, Jisung tiene ciertos contactos, que nos ayudaron a conseguirlo.
—Vaya joven Jisung, usted sí que es un estuche de sorpresas —exclamó el señor Park.
¡Era el colmo! ¡Ahora hasta su papá elogiaba a ese intruso!
—Lo que sucede Señor Park... —comenzó hablar suavemente, pero con mucha seguridad—. Es que comencé hace un año mis estudios de bibliotecario.
—¿Se estudia para eso? —preguntó la señora Park interesada—. Pensaba que solo acomodaban libros.
Jisung no se molestó por el comentario de la madre de Jimin, al contrario, sonrió con una risilla ahogada.
—No, no es así, un bibliotecario no solo "acomoda" libros. Los catalogamos, archivamos, clasificamos, somos responsables de los préstamos y de su conservación. Estamos en contacto con las bibliotecas de todo el país y es así que si alguien busca un libro en especial o algún documento en específico, se corre la voz y si tenemos suerte, lo encontramos.
—Así fue como encontramos el libro de Oscar Wilde para Jimin —dijo Minho con una gran sonrisa, dedicada solamente para el menor.
—Gracias nuevamente Minho, gracias... Jisung —Jimin tenía sentimientos tan contrarios que empezaba a dolerle la cabeza, se paró rápidamente—. En agradecimiento, les tocaré algunas piezas en el piano.
Se dirigió hacia el piano y mientras tocaba se perdía en sus pensamientos.
¿Por qué mi madre nunca me ha elogiado como lo ha hecho con Jisung? ¿Por qué hasta alguien tan sencillo como Jisung tiene un propósito en la vida? ¿Por qué Jungkook nunca me regaló algo que en verdad me gustara? Solo me daba regalos por compromiso... pero creo que eso no era lo peor... lo peor era que yo los aceptaba sin decirle mi verdadero sentir. ¿Cómo es posible que Minho, con tan poco tiempo de conocerme, supiera hacerme un regalo tan significativo? ¿Por qué no me puedo enamorar de él?
A estas alturas Jimin se había dado cuenta de las intenciones de Minho y eso lo confundía enormemente, terminada la velada los Lee se despedían con una invitación.
—¿Gangneung? —dijo sorprendida la señora Park.
—Así es, Señora Park —afirmó el señor Lee—. Mi hermana vive allá y siempre pasamos el fin de año con ella, su esposo y su hija, sería un honor regresarles la atención que han tenido con nosotros esta navidad, si aceptan nuestra invitación a pasar el año nuevo con nosotros en Gangneung.
—Bueno, Jaebum... —el señor Park dudó un poco y volteó a ver a su esposa e hijo, que lo miraban expectantes.
Vio la tristeza en los ojos de Jimin, sus sentimientos a flor de piel y pensó que ese viaje tal vez le sentaría mejor que quedarse a revivir recuerdos de Jungkook.
—¡Me parece una estupenda idea! ¿Cuándo salimos?
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